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¿Por qué sin diálogo no hay rendición de cuentas?

"Dialogar en la rendición de cuentas es un acto de interlocución tanto público y presencial como virtual, en el cual se escucha y se intercambian opiniones entre la Administración y grupos de valor en los resultados de la gestión institucional, en una relación horizontal y abierta, que permite la pregunta, la explicación, la negociación, la crítica y la diferencia" (DAFP, 2012)

 

La rendición de cuentas supone responder y someterse a diversos tipos de control, en especial al control ciudadano; sin participación no hay rendición de cuentas, por lo tanto, el diálogo es un elemento fundamental. La forma de interactuar y dialogar con los grupos de interés es decisiva, a continuación, algunos elementos claves:

 

  • Abrir canales para escuchar: Los servidores públicos deben oír a sus interlocutores y crear condiciones para que estos puedan preguntar, hablar y opinar sobre la información.
  • Actitud receptiva: Los servidores públicos deben estar dispuestos al control, a las exigencias y alertas que surjan de los interesados. Así mismo, se deben generar las condiciones que permitan promover que los ciudadanos estén abiertos a las explicaciones y justificaciones presentadas por la entidad.
  • Dialogar con todos: Se debe facilitar el derecho a palabra y de expresión a los diferentes grupos de valor. La diversidad de ideas y actores enriquece el proceso. Se debe involucrar nuevos actores.
  • Asumir la rendición de cuentas como una oportunidad para la construcción de paz: En ocasiones se piensa que, en el proceso de rendición de cuentas, el Estado y los ciudadanos representan intereses opuestos, aquella postura implica incluso dinámicas de confrontación en los escenarios de diálogo. El llamado es a superar esta mirada y promover, en el diálogo, a que se reconozcan puntos de convergencia a partir del reconocimiento de la garantía de derechos, en la gestión pública, como interés común que orienta el propio diálogo.

 

Ilustración 4 Diálogo en la rendición de cuentas

Fuente: Función Pública; 2017.

 

 

La rendición de cuentas es la oportunidad de asumir la paz como construcción de prácticas y acciones humanas, individuales y colectivas enmarcadas en el diálogo, la negociación y la no violencia, como "la posibilidad de construir las condiciones de caminar juntos hacia un reaprender a convivir en la diversidad" (Lederach 2017, p. 4).

 

Las entidades que sigan la ruta del nivel consolidando deben realizar esfuerzos para implementar escenarios de diálogo presencial diversificados, como foros, mesas de trabajo, audiencias públicas participativas, ferias de rendición de cuentas, reuniones, etc. Esos escenarios de diálogo pueden complementarse a través de medios virtuales como chat, foros electrónicos, etc; pero lo virtual no sustituye lo presencial. Al señalar la necesidad de diversificar los escenarios, tal requerimiento parte, en primer lugar, de las necesidades propias de cada grupo de valor. Es así como se debe orientar cada espacio de acuerdo al grupo de valor con el cual la entidad va a establecer diálogo presencial.

 

Se debe garantizar la efectiva participación ciudadana y de los grupos de valor en los escenarios de diálogo de rendición de cuentas, promoviendo el diálogo colaborativo orientado a evaluar la gestión pública y desarrollar propuestas de mejora.

 

 

Para implementar el diálogo colaborativo en la rendición de cuentas se requiere:

 

  • Rescatar la potencialidad de las relaciones: significa reconocer que las realidades, temas e intereses sobre las cuales se rinde cuentas son diversos, por eso, los espacios de diálogo deben ser estructurados y potenciados a partir de las características de los diferentes actores reconociendo las dinámicas de su relación con las instituciones.
  • Aumentar la participación de los grupos de interés. Implica pasar de un nivel de participación basado en el suministro de información y espacios de consulta, hacia la concertación y la decisión. Se refiere a integrar, en las decisiones institucionales, los consensos logrados en espacios de diálogo en el marco del proceso de rendición de cuentas.
  • Fortalecer el lenguaje claro: Establecer una comunicación de fácil comprensión para las entidades y los grupos de valor aumenta las posibilidades de diálogo. La comunicación es estratégica para construir las relaciones de confianza necesarias para promover la participación ciudadana. Implica reflexionar a quién comunicamos, qué comunicamos, cómo comunicamos, por qué medios y en qué lenguaje.

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