Bogotá, lunes 23 de octubre de 2017. Con equipos de Talento Humano de varias entidades del orden nacional se desarrollaron dos "Talleres de la Política de Integridad: Código de Integridad y la caja de herramientas" que tienen como objetivo construir de forma participativa la socialización del Modelo Integrado de Planeación y Gestión, MIPG, y como se relaciona éste con la política de integridad, que tiene como principal instrumento el Código de Integridad.

 

 

"Estos talleres son muy importantes, porque estamos experimentando la forma de llevar la información a territorio y a las entidades que van a tener que implementar la política desde las áreas de Gestión Humana y así podemos conocer cuáles son sus necesidades, sus dudas, lo que requieren para estos procesos y cómo podemos conectar estos requerimientos de Función Pública con las particularidades del territorio en general", aseguró Camilo Gómez, coordinador del Equipo de Cambio Cultural de Función Pública.

 

 

Gisela Manascero, contratista de la Esap, dijo que como gestores del área de Talento Humano estos talleres permiten que las entidades vayan en línea con las políticas de Estado y es fundamental tener este conocimiento para poderlo transmitir a todos los servidores públicos.

 

 

Por su parte, Patricia Arias, coordinadora de Talento Humano de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria dijo que en este momento en que se está implementando el nuevo modelo y los valores del Código de Integridad es necesario hacer el reconocimiento de los funcionarios que es una tarea que se debe adelantar y en el taller encontró herramientas para desarrollarla de manera adecuada.

 

 

Este Código reúne 5 valores: la Honestidad, el Respeto, el Compromiso, la Diligencia y la Justicia, los cuales, cabe destacar, fueron identificados  de maneja participativa por casi 25 mil servidores públicos del país mediante mecanismos como buzones dispuestos en ministerios y departamentos administrativos, así como a través de un formulario de votación virtual.

 

 

Honestidad: Actúo siempre con fundamento en la verdad, cumpliendo mis deberes con transparencia y rectitud, y siempre favoreciendo el interés general.

 

 

Respeto: Reconozco, valoro y trato de manera digna a todas las personas, con sus virtudes y defectos, sin importar su labor, su procedencia, títulos o cualquier otra condición.

 

 

Compromiso: Soy consciente de la importancia de mi rol como servidor público y estoy en disposición permanente para comprender y resolver las necesidades de las personas con las que me relaciono en mis labores cotidianas, buscando siempre mejorar su bienestar.

 

 

Diligencia: Cumplo con los deberes, funciones y responsabilidades asignadas a mi cargo de la mejor manera posible, con atención, prontitud y eficiencia, para así optimizar el uso de los recursos del Estado.

 

 

Justicia: Actúo con imparcialidad garantizando los derechos de las personas, con equidad, igualdad y sin discriminación.

 

 

El Código de Integridad busca enaltecer a los servidores que todos los días se esfuerzan por cumplir con estos estándares y reconocer que su trabajo es valioso y tiene un gran impacto positivo en el desarrollo del país.